Vicepresidenta de APECS
Escritor e historiador peruano. Nació en el Cuzco el 12 de abril de 1539; siendo bautizado con el nombre de Gómez Suárez de Figueroa en honor a uno de sus antepasados paternos y considerado el primer mestizo biológico y espiritual de América. Hijo de Sebastián Garcilaso de la Vega quien fue un conquistador español y de la princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, nieta del Inca Túpac Yupanqui. Su niñez fue estupenda, recibió los cuidados y atenciones de su madre, quien le enseñó el quechua desde muy pequeño y a conocer el Imperio Incaico.
A medida que iba creciendo y gracias a la posición política de su padre tuvo una brillante educación en la Escuela de Mestizos de Juan Cuellar; donde pudo aprender el latín y la religión cristiana. Pocos tenían esa oportunidad en aquel tiempo. Por otro lado, pudo escuchar las clases e instrucciones magistrales de los Amautas o llamados también “Sabios Incas”. Pero no solo se educa en su tierra natal, sino también llega a pisar tierra Europea, lugar donde recibe una educación de primer nivel cuando rodeaba los 21 años de edad.
A los 66 años de edad, da inicio a un gran proyecto histórico. Presenta en Lisboa su “Historia de la Florida y jornada que a ella hizo el gobernador Hernando de Soto”, titulo sintetizado como “La Florida del Inca”, donde se narra la expedición del conquistador. Luego, tomando como referencia las versiones de sus diversos familiares indígenas y claro, los pasajes vividos por el mismo Inca Garcilaso de la Vega, llega escribir un libro más, titulado “Los comentarios reales” cuando tenia 70 años de edad. Un ejemplo digno de imitar pues supo expresar la grandeza de su herencia nacional Inca.
Desde la antropología podemos decir que si bien el Inca Garcilaso de la Vega hizo el intento por llegar hacer un gran mediador entre dos culturas; una cultura dominante y otra dominada o sometida; donde la palabra “dialogo” era casi imposible por no decir utópico que se diera; el pobre mestizo no pudo hacer nada. Si bien es cierto, el diálogo es la madre del entendimiento y la comprensión; en aquella época no se respetaba se imponían las cosas. Pero el Inca Garcilaso lograría crear un espacio potencial en el que se pueda efectuar una síntesis. Hoy nuestro hermano el Inca Garcilaso, gracias a sus escritos podemos ver que, nos ha dejado una gran tarea el de construir una patria nueva, donde haya valores inquebrantables, donde nos respetemos todos y donde fluya la comunicación, el diálogo y la tolerancia.
Pero como todo ser humano, a él también le toco a la puerta la muerte en España. De esta manera el Inca Garcilaso de la Vega, nos abandonó físicamente un 23 de abril de 1616 a la edad de 77 años. Pero, no nos abandonó espiritualmente pues un día como hoy 12 de abril cumple 473 años en la memoria de todos aquellos que alguna vez leyeron sus obras y nos enteramos de muchas cosas que sucedieron en aquellos tiempos y que gracias a él, permanecen viva en la memoria de cada uno de nosotros. Lean sus obras y recuérdelo siempre; porque es un peruano ilustre que dejó tatuado su nombre y del Perú muy en alto. Él es, el “INCA GARCILASO DE LA VEGA”.
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