Por Fiorella
López Montesinos
Vicepresidenta
Asociación Peruana de Ciencias Sociales
Hoy 13 de
Mayo celebramos todos con mucho entusiasmo y alegría el Día de la Madre, puesto
que es una celebración que se vive con más intensidad cuando se es consciente
de lo que representa realmente este día, lo que ofrece una madre no tiene
precio, no se trata de grandes detalles u obsequios, lo que cuenta es el
simbolismo y el amor que se profesa, haciéndola sentir toda una reina no solo
hoy, sino todos los días del año.
Pero
alguien se ha preguntado alguna vez
¿Cómo
surgió este homenaje y qué representa el Día de la Madre? Quiero comenzar
mencionando que todo comenzó en la antigua Grecia, cuando se rendía tributo por
esos tiempos a Rhea, quien era una Diosa y madre a la vez de otros Dioses. Con
el correr de los años esto se fue transformando, puesto que los cristianos
cambiaron muchas cosas en relación a este tema, por ejemplo, se rendía tributo
a la Virgen María. Para el siglo XX esta conmemoración se vuelve más universal
incluyendo de esta manera a todas las madres sin condición alguna a este gran acontecimiento
que hasta el día de hoy celebramos con mucho fervor y amor “El Día de la Madre”.
Por otro
lado mencionar también, que los antecesores del siglo XIX llamaban a la
celebración "Día de las
madres", no "Día de la
madre". El plural es significativo, puesto que celebraban la
extinción de los intereses e inquietudes de la mujer más allá del hogar.
Conmemoraban los roles cívicas de las madres y sus servicios a la patria o la
sociedad, no sus roles privados ni sus servicios personales a la familia. Las
mujeres que organizaron el primer día de las madres creían que la maternidad
era una fuerza política que debería ser movilizada a favor de toda la
comunidad, no únicamente una expresión de un instinto fundamental que las llevó
a dedicar todo su tiempo y atención a sus hijos.
Por todo
ello, en este día muy especial estemos al lado de aquella mujer que nos llevó 9
meses formando parte de su ser sin condición alguna, quien nos cuidó, se
desveló y lloró cuando no sabía de qué nos quejábamos de muy pequeños. A ella,
quien estuvo a nuestro lado en los mejores y peores momentos de nuestros días. A
ella, que estando lejos nos lleva siempre en sus rezos, en sus plegarias para
que no nos pase nada malo; quiero decirle:
Gracias mamá por ese
día en qué me enseñaste a dar mi primer pasito, porque me diste la seguridad de
tus brazos, que me sostuvieron siempre para que no me caiga.
Gracias mamá porque
junto a ti aprendí el significado de la palabra más hermosa: AMOR.
Gracias mamá por cada
velita que me ayudaste a pagar.
Gracias mamá por pasar
noches enteras orando y velando por mi cuando yo estaba en un problema o cuando
estaba enfermo(a).
Gracias mamá por
compartir todas mis alegrías y por ayudarme en mis tristezas.
Gracias mamá por
escucharme, aconsejarme, por luchar por mi, por darme tu hombre para llorar en
él, y compartir tus lágrimas para luego sonreír porque juntos habíamos
encontrado la solución.
Gracias mamá porque
hiciste cumplir mi mayor deseo y quizás el sueño de mi vida, porque sufriste
días y noches enteras en hacer lo mejor para que yo pueda ser feliz.
Por
último, quiero ser muy clara en esto: Que el Día de la Madre NO SOLO debe ser el segundo domingo de
mayo, sino TODOS LOS DÍAS. No
elegimos donde nacer, nuestra madre tampoco nos elige, pero sea como sea que
venimos al mundo, PARA ELLA SOMOS LO MÁS
SAGRADO, LO MÁS SUBLIME Y LO MÁS
HERMOSO. Por eso, en este día tan
especial, abracemos muy fuerte a mamá y con un súper beso en su mejilla
gritemos: “Te Amo Mamá”; “Gracias Mamá” y “Feliz Día Mamá”.
“Feliz
día de la Madre a todas mujeres del Perú y del Mundo entero”
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