Por Ana Lucía Araujo Raurau
Introducción
Un error que se comete muy a menudo con los autores complejos es el de sujetarlos a una sola postura o a una sola teoría con el fin de sostener sobre su obra algún interés político, teórico, o de cualquier índole. Para analizar a Marx, caer en aquel reduccionismo es prácticamente un crimen. Marx no es solamente ideólogo o político, sino también economista, filósofo, científico social y por tanto la mejor lectura que puede hacerse de él es tratando de abarcar todas sus posturas, sin importar (sin miedo) de que se contradigan. He ahí la riqueza de cualquier intelectual, parafraseando a Karl Popper en este contexto: su cualidad de saber que una teoría puede ser refutada o aún mejor, auto refutada.
Es por todo esto que para afrontar la pregunta planteada, analizaremos la contradicción en Marx bajo la guía del texto de Michael Lowy. En primer lugar, examinaremos lo que Lowy llama la dialéctica teleológica y nos referiremos con esto al capítulo XXXIV de la sección segunda de “El Capital” Tendencia Histórica de la acumulación del capital. A continuación, pasaremos a ver el giro hacia la llamada dialéctica del progreso abierto y haremos una breve alusión al tema de la comuna rusa. Finalmente, esbozaremos algunas conclusiones pertinentes.
Determinación e Indeterminación
Según Engels, la dialéctica de Marx habría “puesto de pie” el planteamiento de Hegel: las contradicciones no provenían de una construcción del pensamiento ni mucho menos se sintetizaban en la Idea; las contradicciones eran y debían obtenerse de la realidad concreta y en muchos casos eran totalmente antagónicas. De esta primer presupuesto, Marx va a proponer una nueva forma dialéctica de ver la historia de la humanidad, una sucesión encadenada de luchas sociales (ojo con la influencia progresista de la época) desde estructuras arcaicas llamadas comunismos primitivos, pasando por los Imperios clásicos, el Feudalismo, hasta llegar al capitalismo de aquellos años. Si bien existe en la propuesta histórica de Marx una mayor agencia del sujeto -éste pueden suscitar una lucha de clases-, el espiral resulta cerrado cuando la fase del comunismo entra a tallar:
La conversión de la propiedad privada dispersa, basada en el propio trabajo de los individuos, en propiedad privada capitalista es, naturalmente un proceso incomparablemente más largo, duro y difícil que la conversión de la propiedad capitalista, ya de hecho basada en un funcionamiento social de la producción, en propiedad social.
Por otro lado, tenemos a un Marx más maduro interpelado por una situación particular: la comuna rusa. Cerca al siglo XX, si bien en Rusia existía ciertos brotes capitalistas, la economía del país se sostenía básicamente sobre la agricultura ¿Era necesario pasar primero por un proceso capitalista en toda su dimensión para llegar al socialismo y al comunismo? preguntan sus seguidores en aquel territorio. Y entonces Marx va a responder algo bastante inusual si nos quedamos en la primera visión dialéctica: su planteamiento, dirá, estuvo hecho para ciertas regiones de Europa en donde el capitalismo es el ente dominante y en cambio en Rusia, manejada de la manera correcta, la comuna rural podría ser la base del socialismo sin que sea necesario un proceso masivo de expropiación de tierras.
En este punto, Marx ya nos está hablando de una nueva forma de afrontar la historia, no determinista ni cerrada sino abierta a nuevos contextos y posibilidades de transformación. Asimismo, agrega Lowy, el traspaso hacia un estadio dejará de significar para Marx una evolución sino que contendrá en sí mismo un aspecto positivo y negativo: construye y destruye, da vida y muerte, avanza y retrocede al mismo tiempo. En otras palabras, Marx va a proponer un análisis interno del proceso como proceso, dejando a un lado (pero no desechando) el planteamiento diacrónico y vectorial de un principio.
Conclusiones
En síntesis, Marx bajo el análisis de Lowy va a enfocar las contradicciones de dos formas a lo largo de sus obras, la teleológica y la del progreso abierto. En la primera, Marx va a plantear una visión histórica determinista y cerrada en la cual la sociedad va progresando a través de la lucha de clases para pasar finalmente del capitalismo al socialismo. En la segunda, a la vista de la acogida de su obra en el mundo, Marx va a tener que afrontar nuevos contextos que le obligarán a replantear su propuesta. La dialéctica en ese sentido, será entendida como un proceso abierto, en donde habrá una clara ruptura con la linealidad histórica y una indeterminación de los procesos. Recalcando lo que señalamos en la introducción, todo esto demuestra que Marx es un autor complejo, rico que tiene la capacidad de no cerrar su punto de vista y de cambiar su postura. Estudiar su obra desde esa perspectiva es sin duda el mejor de los caminos para comprender sus propuestas y trabajar sobre la base de ellas sin ningún sesgo.
Interesante el texto. Quisiera agregar unas cuantas observaciones. Primero, quizá el título debió haber sido "¿Cómo entender la contradicción en la obra de Marx segun Michael Lowy?". Y segundo lugar me da la impresión que al hacer la referencia a la "obra de Marx" podría haberse precisado un aspecto central como es la teoría de la lucha de clases, la enajenación del trabajo, la formación de la falsa conciencia o la acumulación del capital, entre otros.
ResponderEliminarExiste una diferencia entre leer a Marx y leer a autores que interpretan a Marx. Si bien parte de tus conclusiones son válidas, te recomiendo que hagas un estudio de Marx a partir de Marx. Claro, precisando que la concepción marxista (o materialista dialéctica) fue desarrollada por Engels en su tiempo también y por Lenin luego.
Buena iniciativa. Saludos.