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miércoles, 26 de octubre de 2011

Educación privada: cinco preguntas fundamentales

Por Johel Miguel Pozo Tinoco

¿Qué conoce la población acerca de la educación privada?
Es difícil dar una respuesta precisa a esta pregunta pues depende en gran medida de la diferencia entre distritos y provincias donde existe una variación en las características de la población. Pero se puede responde con arreglo a lo que sí se conoce por medio de la propaganda que realizan los colegios privados.
Es decir que el contenido de la propaganda nos dice hasta donde se le permite a la población que conozca acerca de un colegio privado.
Esta propaganda como es sabido hace referencia a costos y servicios complementarios ofrecidos que buscan ser atractivos y convincentes. Sobre esto sabemos que los slogans tratan de reflejar el “interés” del colegio que siempre versa sobre la calidad educativa. Pero esta propaganda encierra una alteración de la realidad.
¿En qué consiste la alteración de la realidad?
Consiste en dos procesos bien claros.
Por un lado crear la ficción de que el interés del colegio es idéntico al interés de la población. Y por otro lado crear la idea que los colegios privados tienen existencia propia y una forma muy particular que los diferencia. Todo esto resulta falso.
¿En qué radica esta falsedad de la propaganda de los colegios privados?
Primero en que el interés de un colegio privado es el interés de una empresa. Por lo tanto el lucro es el móvil que conduce todas sus actividades. Esto se contrapone a los intereses de la población de dos maneras:
-          El interés de lucro de un colegio privado no es idéntico al interés de calidad educativa que busca la población
-          El interés de lucro de un colegio privado no es idéntico al interés de mejoras salariales de los docentes (que son parte de la población)
Existen casos en que aparentemente coinciden. Esta coincidencia es sólo estacionaria y no debe engañarnos. Cuando existe competencia entre colegios, esta competencia es la misma que entre cualquier empresa: recurren al valor agregado no para elevar la calidad del servicio sino para eliminar a la competencia o evitar que surja. 
Es decir que el interés de un colegio no coincide con el interés de la población salvo en la propaganda. Si alguien quisiera demostrar lo contrario pues debería mostrar una estadística real sobre el crecimiento de la calidad del servicio educativo privado en detrimento de la tasa de ganancia.
En segundo lugar, es falso que los colegios sean entes con existencia independiente y que se diferencien unos y otros en la calidad del servicio que brindan. Esto debido a que los colegios privados dependen de la lógica del capitalismo (no de capitalistas sueltos). Y también porque en función de esta lógica capitalista los colegios repiten sus estrategias en condiciones de competencia o de monopolio relativo. Lo único que los diferencia son cuestiones fortuitas como ubicación, población docente, etc.
¿Existen colegios que sí brindan una educación de calidad y no se rigen por una lógica tan mezquina?
Aquí cabe precisar que la calidad de la educación en la actualidad está condicionada por el capital privado pero no depende de él. Un millón de dólares de presupuesto no te refleja calidad educativa, sólo te refleja la magnitud de la inversión inicial y una posible magnitud de la ganancia del capital en un periodo determinado.
La educación depende totalmente de la actividad del docente que en la actualidad tiene condición de obrero. Marx señalaba que la enajenación del trabajo consiste en un proceso de separación entre trabajo y trabajador. En nuestro caso caemos en lo mismo, educación y educador son cosas separadas cuando en realidad fueron o deberían ser parte de una unidad. Siguiendo a Marx, esta separación conduce a que el capitalista se apropie de algo que no le pertenece. En nuestro caso son los colegios que se apropian del trabajo docente y lo condicionan, de ahí que el salario sea establecido por el capitalista y no por el docente, de ahí que la oferta y la demanda regulen el valor del salario, de ahí que los docentes “busquen trabajo” cada año.
El trabajo del docente se mercantiliza y pensamos que quienes ofrecen educación son los colegios. Esto es falso. Quienes ofrecen educación son docentes condicionados por empresas que los explotan como a cualquier otro obrero.
Entonces la educación de calidad la brindan docentes que se esfuerzan y logran hacer madurar su trabajo. A eso lo llamamos especialización, pero podríamos llamarlo división del trabajo.
El capital se rige por una lógica mezquina, un colegio privado puede contratar docentes de excelente calidad pero si la lógica de la empresa es el afán de lucro pues no interesa que mantengan a todos sus docentes de calidad, lo mismo vale que sean mediocres si es que les genera ganancias. Esto es conocido como reducción de los costos de producción. Contratas docentes mediocres, disminuyes el salario, si esto trae ganancias pues lo repites cada año. Quien crea al docente mediocre y le da vida es en parte las empresas, los colegios privados.
Recordemos también que en el centro de trabajo el interés del dueño de la empresa es opuesta al interés del obrero. La ganancia del capital se contrapone a la ganancia del salario. Esto es lucha de clases que no percibimos porque nuestra atención se orienta mal ante el problema.
¿Por qué la población no conoce estas cosas?
En primer lugar por la propia responsabilidad del docente. Como diría Galeano: estamos gobernados por el miedo. Los que trabajan tienen miedo de perder el empleo, los que no trabajan tienen miedo de no encontrarlo. Sumemos a ello el individualismo, la indiferencia, la apatía. También sumemos el hecho que muchos docentes son subempleados, es decir no son docentes de carrera y sólo ven en este trabajo un cachuelo, un trabajo temporal.
De por sí muchos educadores incluso ven de mala manera su propio trabajo, como una carga, un padecimiento debido a los bajos salarios y a las pésimas condiciones que brindan los colegios privados. Y ante ello el sistema ofrece todo un universo de distracciones, entretenimientos y muchas estupideces para anestesiar la mente del maestro haciendo posible la resignación.
En segundo lugar la población no tiende a politizar ni a economizar los problemas. Aún se conserva la pésima costumbre de particularizar los problemas. Esto no se aprende en las aulas, se aprende en los medios de comunicación que adiestran a la población a repetir sus formas de crítica que siempre tienden a ser superficiales, desconectadas o inútiles.
Existe un problema ideológico muy grave que está asociado al problema educativo de manera directa y clara. La educación no parte de una institución, es una actividad consciente y constante, por lo tanto la educación no debe ser reducida a un periodo breve de vida o al papel de una institución que sólo persigue el lucro.

1 comentario:

  1. Jorge E. Castro Tamayo14 de noviembre de 2011, 10:32

    El historiador Johel Pozo Tinoco hace una reflexión sobre la relación que existe entre la educación (de colegios) privada y la sociedad. Esta relación está determinada por una "lógica mezquina" propia del sistema capitalista, como bien lo señala el autor. Esta lógica, a la que se refiere Pozo, se hace evidente para el análisis a través de la publicidad que los empresarios de la educación privada realizan para abarcar más clientes, los mismos que no son concientes de este interés de lucro que mueve a los empresarios dueños de colegios particulares y que ha traído, como consecuencia perniciosa, la desnaturalización o alienación del ejercicio docente, es decir, la falta de interés o motivación por parte del docente que afectado por la economía (bajos sueldos)ha sufrido un proceso de enajenación: el enseñar ya no es un servicio para él, sino una mercancía; enseñar ya no es un compromiso para él, sino un deber, una obligación (trabajar). Tanto el empresario como el docente quieren ganar. Ambos ven a los alumnos y a sus padres como clientes. Sin embargo, considero que este problema no es causado por el empresario, y me atrevería a decir que tampoco por el sistema, sino por gobiernos (y el nuestro es uno de ellos, otro podría ser Chile) que han capitalizado la educación y sean desatendido de ella para entregarla, olvidándose de su obligación, por completo, a los empresarios. De allí que agregaría discrepando en parte a lo que Johel Pozo Tinoco expresa en el último párrafo: "La educación no parte de una institución, es una actividad consciente y constante, por lo tanto la educación no debe ser reducida a un periodo breve de vida o al papel de una institución que sólo persigue el lucro"...la educación es una actividad que debemos practicarla a diario y por siempre, pero la educación como un servicio social que busca instruir, educar y formar ciudadanos y ciudadanas sí depende de una institución y esta institución es la mayor que debe haber en un país, y se llama Estado. El Estado debe asumir su compromiso en este servicio social y trabajar en serio. No me queda más que agradecer al autor por estas reflexiones que nos hace sentir vivos ya que nos invita a pensar, analizar y ensayar soluciones a un problema que debe preocuparnos a todos.

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