...

martes, 11 de octubre de 2011

Una excavación científica

Por Jesús Bahamonde Schreiber
Muchos de nosotros estudiantes de la carrera de Arqueología en el Perú llegamos muy tarde a los sitios arqueológicos, es complicado de entender como una carrera que de manera casi completa se desarrolla en el campo aún se sigue priorizando las horas de enseñanza encerrados entre cuatro paredes, pero hay casos que valen la pena resaltar.
En la temporada junio-agosto se desarrolló en el curso de Métodos en Arqueología II, dictada por la arqueóloga Cecilia Jaime Tello el P.E.A SAN MARCOS, en el denominado Sector 11ubicado en el interior de la ciudad universidad UNMSM, al lado norte y nor-occidental de la Facultad de Ciencias Sociales, al oste del Estadio de la UNMSM, al oeste de la Facultad de Ciencias Administrativas y al Sur de la cafetería de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas.
La metodología empleado dispuso de 5 grupos integrados por 3 alumnos cada uno, dividiéndolos en el sub sector Sur 2 grupos y en el sub sector Norte 3 grupos; los trabajos se iniciaron realizando una limpieza total del sitio, práctica  que fácilmente puede ser aplicada a todo sitio que se encuentre en completo estado de abandono y en constante depredación, se iniciaron las primeras semanas de junio, los 15 compañeros con los cuales llevábamos el curso e incluyendo a la profesora nos dispusimos a hacer la limpieza a cada una de las unidades y recintos que debido a su abandono habían sido convertidos en botadero de la facultad de CC. SS, es así que pudimos compenetrarnos de una manera muy especial con el sitio y ya no únicamente verlo como un sitio arqueológico de práctica, manera de verlo como un sitio que nos abocaba a una gran responsabilidad como futuros arqueólogos que velaremos por la protección y salvaguarda del patrimonio arqueológico del Perú.
La disposición inicial no vario, el sub-sector Norte se cuadriculo dos unidades 66 (encargados: Rodrigo Salaverry, Milagros Salazar, Jimena Suarez) de 2 x 1 m,  y 67 (encargados: Vanessa Salomón, Yuliana Salazar y Diego Pariona) de 2 x 1 m, en el sub-sector Sur se establecieron las unidades 63 (encargados: Jesus Bahamonde, Rebeca Timoteo, Kimberly Tumialan) de 2 x 2 m, unidad 64 (encargados:  José Pablo Aliaga, Milagros Salazar, Marcial Contreras) de 2 x 2 m y la unidad 65 (encargados:  Mariana Chang, Carlos Rodríguez, Héctor Pacifico) de 3 x 2 m., en cada una de estas unidades excavadas se realizó con la supervisión del profesor de practica Pablo Gomez Jareca, el objetivo principal del curso era el registro arqueológico minucioso y detallado, es así como se enfatizó en el registro fotográfico, y el registro de material cultural y natural extraído de cada una de las capas teniendo en consideración el tipo de tierra, granulometría y color de cada una de ellas, el llenado de ficha y las notas del cuaderno de campo fueron una práctica obligada así como los dibujos de planta, corte y de los perfiles. Posteriormente se desarrolló el trabajo de catalogación del material cultural (cerámica, malacológico, y vegetal) así como su embalaje para el ingreso al gabinete donde posteriormente podrá ser analizado.
Como un plus al curso se llevó a cabo un trabajo de consolidación y conservación de los elementos que estaban en mayor deterioro que eran los muros de tapial expuesto, por acción eólica y el tránsito sus estructuras ya habían sido derruidas y las cabeceras de los muros en gran peligro de perderse, es así como se toma una medida de protección creando muros de contención reutilizando adobes del sitios que se encontraban sueltos uniéndolos con mortero de tierra previamente cernida, agua y cal viva que con el tiempo conseguirá una consolidación y dureza gracias a la lentitud del proceso de carbonatación, la cal es un material inmejorable para absorber los movimientos. Este proceso hace que el mortero no sufra retracciones, además las pequeñas fisuras superficiales se cierran con la carbonatación. Los trabajos de conservación en cada una de las unidades estaban dentro de la fase final de los trabajos de campo, debido a que muchas de las unidades habían sido profundizadas no se podían dejar descubiertas por lo cual se rellenaron con tierra previamente cernida y el tapado de estructuras (muros, rampas) de igual forma, luego se cubrió cada unidad con una capa de cantos rodados grandes para evitar cualquier tipo de daño a la excavación

De igual manera se redactó un informe final el cual está a disposición de cualquier interesado en seguir las excavaciones y realizar algún tipo de investigación arqueológica o saber un poco más de la riqueza arqueológica que puede guardar la ciudad universitaria.

Por ultimo quería hacer una mención especial a la arqueóloga Cecilia Jaime Tello ya que sin su apoyo y jaladas de oreja no hubiéramos tenido esta gran experiencia que nos inspiró y nos dio ánimos de seguir con esta linda carrera y aspirar a ser grandes investigadores, a ella mi más sincero agradecimiento.

Vista desde el 4to piso de la Fac. CC.SS del Sector 11 (posterior a la limpieza)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Síguenos!!